“A todo el mundo le gusta comprar, pero a nadie le gusta que le vendan”
En la actualidad el paradigma de la comunicación ha sufrido un cambio exorbitante. Las diferentes redes sociales han venido a crear una comunicación más fluida y constante entre organizaciones y clientes (seguidores, atletas, entrenadores, etc.). Esto no es la excepción para las organizaciones deportivas.
Es imperante para toda organización informar y mantener un contacto estrecho con sus seguidores. Ahora bien, tener tanta facilidad y acceso a diferentes plataformas y medios de comunicación ha también provocado un efecto adverso en la gente. Ahora muchas personas están “hiperconectadas”. Estímulos y mensajes bombardean a los individuos de todas direcciones. ¿Cómo diferenciarse? ¿Cómo sobresalir en un espacio y en una dinámica tan frenética? A través del contenido. Todos nos sentimos atraídos por cosas relevantes, interesantes y que nos ayuden o nos entretengan.
Ahora bien, cuando hablamos de contenido hablamos de este en forma genérica sin importar su formato (video, artículo, infográfico, imagen, etc.). Es aquí donde la organizaciones deportivas deben ser muy estratégicas, donde deben buscar conectarse con su audiencia de maneras diferentes a las usadas por otras industrias o marcas. El deporte es inherentemente bello y atractivo. Eso, pocas industrias lo pueden decir. ¡Aprovéchelo!
Como lo hemos expresado en otros artículos, para crear contenido interesante es importante conocer a su audiencia. En el área del mercadeo y la comunicación, se utiliza a menudo el término “personas compradoras”. Dicho término hace referencia a todas aquellas personas que se pueden sentir atraídas por su actividad/deporte. En este caso se trata de identificar los perfiles de las personas promedio que pueden converger en su sitio web. Puede que algunos sean deportistas de alto rendimiento. Tal vez otros sean deportistas amateur o que inician en su deporte. Tal vez una parte importante de su público sean padres de familia. O árbitros. Cada grupo tiene características y puntos de interés diferentes.
Hace un tiempo, trabajando con una federación de deporte individual, empezamos una “serie” de varios artículos (los cuales desplegábamos en la página web y en las redes sociales) en los cuales le pedíamos a los atletas de alto rendimiento que compartieran 5 tips o secretos que ellos utilizaban antes, durante y después de la competencia. Dichas notas informativas las publicábamos los viernes antes de un fin de semana de competencia – con la intención de incrementar su efecto y alcance. Nuestro público meta: jóvenes deportistas y deportistas amateur. En otra ocasión también conversamos con entrenadores formadores y les solicitamos que nos ayudaran en la confección de piezas informativas dirigidas a padres de familia – esto con la intención de que esta población entendiera las fases del desarrollo deportivo de sus hijos/as, así como la necesidad de no exigir o presionar a los chicos/as más allá de lo que su edad les permitía en ese momento.
Lo anterior es la parte de compra que todos queremos hacer. Si el contenido creado es bueno e interesante, hay una buena posibilidad de que la gente lo “compre” sin mucho esfuerzo. Cuando esto sucede también se dan consecuencias bastante interesantes y positivas: 1. Una mayor cercanía con su público. 2. Una mejor imagen y percepción de su organización.
Ahora viene la venta. Si usted quiere que la gente se inscriba en uno de sus eventos o que adquiera una membrecía o producto de su organización, cabe la posibilidad de que las personas estén más anuentes a ver su anuncio y efectuar la acción deseada si de manera regular usted les brinda material que sea de interés para ellos.
TAMBIÉN LEA: Mercadeo Deportivo: ¿Por dónde empezar? – Un ejemplo vivencial
Si su organización brinda a su público notas, artículos y otro tipo de material atrayentes de forma regular, usted mejorará sus chances de que las personas reaccionen de manera positiva cuando se les quiera “vender” un boleto, una charla o un artículo. Digamos que esta podría ser una venta sutil y solapada. Por lo tanto, ¿qué tal si pone esta táctica en marcha? Al final del día, no tiene nada que perder y todo que ganar.