En el artículo anterior (El mercadeo de equipos), vimos cómo los clubes, las entidades “más pequeñas” dentro del ecosistema de organizaciones deportivas, pueden presentarse ante posibles patrocinadores y sacar provecho de la población que les sigue. Sin embargo, un club no puede hacer mayor cosa si no tiene competencia. Por eso es que los equipos tienden a conjuntarse y conformar competiciones normadas.
La unión de varias entidades deportivas para poder competir entre sí tiende a crear una nueva organización, la cual guía la competición y resguarda los intereses de sus miembros. Estas organizaciones son usualmente conocidas como:
LAS LIGAS DEPORTIVAS
Como es ampliamente conocido, las ligas deportivas son las encargadas de dirigir la competición entre clubes – en muchos casos llamados campeonatos (o series) nacionales.
Como se externó en el artículo pasado, uno de los puntos más importantes a favor de los clubes es su territorialidad y cercanía con su base de seguidores. En el caso de las ligas, una de sus principales ventajas está en su alcance y frecuencia.
Mientras que un club compite una vez (o un par de ocasiones) a la semana, la Liga tiene diferentes eventos durante este mismo periodo.
He aquí un ejemplo: Imagínate que eres el gestor deportivo de la Federación Nacional de Volleyball de tu país y estás a cargo del campeonato nacional, el cual consta de 10 equipos. Esto significa que mientras un equipo jugará 1 vez a la semana, en ese mismo periodo de tiempo habrán 5 partidos que podrían ser utilizados por el patrocinador de la liga para entablar relaciones, acercamientos o identidad con los seguidores de este deporte.
Mientras que el patrocinador del equipo tendrá un evento deportivo por semana, el patrocinador de la liga contará con 5 juegos en su inventario durante el mismo período.
Aparte de la frecuencia con que se podría exponer una marca al ser patrocinadora de una liga, también hay un elemento de expansión y alcance a tomar en cuenta. Usualmente las ligas están compuestas por organizaciones deportivas de diferentes regiones de un país, lo cual extiende la notoriedad y el alcance de un posible aliado comercial.
Así que si en alguna ocasión te toca negociar en nombre de una liga, toma estos factores en cuenta:
- Puedes brindar al patrocinador una cantidad importante de oportunidades para que se exponga ante los seguidores de tu deporte – más allá de lo que puede hacer un club.
- Al ser patrocinador de una liga, la organización en cuestión puede tener presencia en diferentes regiones de un país, o en diferentes regiones de una determinada zona geográfica (en el caso de ligas regionales).
- Puedes crear una conexión directa entre el patrocinador y todos los equipos que conforman la liga, pudiendo hacer uso de los símbolos externos de los clubes (logos, colores, etc) para resaltar dicha relación (aduciendo que esto está permitido dentro de los acuerdos comerciales entre la liga y los clubes.).
- Los patrocinadores están en la capacidad de exaltar a todos aquellos atletas o clubes que conforman la liga que merezcan ser mencionados por sus logros (deportivos o extra-deportivos).
Como puedes ver, patrocinar una liga deportiva tiene una serie de ventajas que parecieran superar el patrocinio de un club. Sin embargo, qué es más adecuado y beneficioso dependerá del objetivo, los recursos y la estrategia que tenga en mente el patrocinador.
Ahora que sabes que hace particular y diferente a un equipo y una liga deportiva, es hora de concentrarnos en las federaciones nacionales.
–
¿Tienes dudas, consultas o sólo quieres saber más? Pues sólo haznos llegar un correo a info@consultoresdeportivos.com y con gusto podremos conversar más a fondo.