“En este país sólo hay plata para el fútbol”, “en este país no ayudan a ningún atleta que no pateé una bola”, “la empresa privada no se interesa en nada más que no sea fútbol”… ¿ha escuchado usted alguna vez alguno de estos comentarios por ahí? Yo sí, y a menudo.
Primero que todo déjeme confesarle que sí, yo fui “futbolista” –aunque debo admitir que no uno bueno. De igual forma, he trabajo con varias entidades relacionadas con este deporte por una parte importante de mi vida. Sin llegar a ser un fanático, el deporte me gusta y todavía trato de practicarlo de manera regular.
Por otra parte, también he laborado para otros deportes, los cuales podrían ser considerados menos tradicionales. Y es ahora donde quiero confesar que también llegué a “enamorarme” de otras disciplinas, así como admirar y apreciar la belleza de éstas. Es por eso que cuando veo comentarios como los expuestos al inicio de este artículo, entiendo el disgusto y frustración que muchas veces sienten los atletas y seguidores de otras disciplinas. Yo más que nadie estoy convencido que en nuestro país hay una gran cantidad de atletas con grandes condiciones que necesitan una ayuda para salir adelante, cumplir sus sueños y representar dignamente a nuestro país.
Por cosas de la vida, durante mis años de estudiante universitario tuve la oportunidad de entablar amistad con deportistas de diferentes disciplinas (voleibol, balonmano, atletismo, baloncesto, triatlón, artes marciales, etc.). Durante este período también tuve el honor de conocer de manera cercana dos atletas nacionales que llegaron a cumplir su sueño de competir en una Olimpíada. Déjeme decirle que en muchas ocasiones fui testigo de los sacrificios que tanto ellos como sus familias debieron realizar para poder asistir a estas justas tan prestigiosas. Puede que esté pensando que esto no es justo para un deportista que representa al país y ¿sabe qué? Tiene usted toda la razón.
¿Que el fútbol es el deporte de las masas en nuestro país? Sí claro, no hay duda. Pero, ¿es culpa de una disciplina deportiva que otras no reciban ninguna ayuda? A lo que quiero llegar es a esto: culpar a un agente externo por lo que nos pasa o nos deja de pasar es una salida muy fácil para evitar hacer un análisis interno y ver cuanta responsabilidad o falta de acción hay de nuestra parte.
Pero sólo porque el balompié recibe o acapare una parte importante del escenario deportivo del país, no creo que signifique que otros deportes tengan pocas oportunidades de figurar o recaudar ayudas. Sin embargo, me parece importante que cada deporte haga un alto en el camino y analice si se están haciendo todos los esfuerzos posibles para recibir el respaldo de muchas de las empresas a las cuales se les solicita ayuda. O si la planificación de los recursos que se tienen es la más adecuada…
Ahora bien, déjeme volver al punto del deporte de las masas por un segundo. Muchas personas argumentan que el fútbol cuenta con el apoyo de la empresa privada por su alcance y aceptación dentro del público. Pero, ¿ha pensado usted en el alcance y la aceptación de un deporte como el atletismo? Corríjame si me equivoco, pero ¿no es frecuente ver todo los fines de semana por lo menos una carrera de atletismo en algún lugar del Valle Central? ¿No reúnen muchos de estos eventos cantidades de participantes que van entre los 1000 y más de 5000 atletas en algunos casos? Esto es muchas veces el doble de la cantidad de gente que asiste a presenciar partidos de la primera división (y esto lo sé por conocimiento de causa, ya que por cuestiones laborales tuve que llevar esta estadística).
Pero ¿tienen nuestras entidades un plan estratégico con objetivos cuantificables a pequeño, mediado o largo plazo? ¿Tienen las organizaciones un perfil de quiénes son sus atletas? ¿De sus patrones básicos de consumo? ¿Tienen ellas una comunicación constante y activa con sus seguidores? ¿Cuentan estas instituciones con el personal administrativo necesario para hacerle frente a los retos y las exigencias de establecer una relación comercial con una entidad que les exigirá resultados, estadísticas y proyecciones? Si algunas de las respuestas a estas preguntas fueron no, pues bueno, tal vez sea hora de considerar si éstas son necesarias y si éstas causarían un impacto en la manera en que los atletas, los seguidores y las empresas perciben nuestro deporte (sea cual sea).
Si bien estoy claro en que hay que guardar las distancias entre un país y otro, quisiera darles un ejemplo del campo de acción que una disciplina deportiva puede crear cuando se da una adecuada planificación y se trata de desarrollar un modelo de negocios sólido (hago la salvedad de que yo no practico el deporte mencionado a continuación y que de hecho tengo algunos cuestionamientos para el mismo). Si hay un lugar donde la industria deportiva está altamente desarrollada es en los Estados Unidos. En este país no hay solamente una disciplina deportiva dominante y establecida…hay por lo menos 5 (fútbol americano, beisbol, baloncesto, hockey y fútbol) esto sin siquiera contar otros deportes “más pequeños” como lo son los deportes colegiales, las artes marciales mixtas, el automovilismo, el tenis y el golf, los cuales también son seguidos por miles de personas. Dentro de este panorama cualquier disciplina deportiva nueva que quisiera desarrollarse podría justificar su falta de apoyo a cualquiera de los deportes previamente establecidos. Bajo este patrón, una disciplina nueva no tendría una razón para lamentarse, ¡tendría por lo menos 10! Sin embargo, pareciera que nadie le hizo esta salvedad al CrossFit. Sí, me escucho bien, ¡el Crossfit! Este deporte que empezó como un nuevo régimen de ejercicios en los gimnasios, se ha vuelto en una pequeña máquina para hacer dinero. En la actualidad los “Crossfit Games” son eventos que reúnen a participantes y aficionados en cantidades no esperadas. En algunos casos los tiquetes para asistir a estos eventos han llegado a superar los $ 70 por persona. (He aquí un video sobre estas justas: https://www.youtube.com/watch?v=bOYjaRGc7kE (¡atención a la cantidad de aficionados en algunos de estos eventos!)
Hay muchos factores que han colaborado para que los “Crossfit Games” hayan evolucionado al nivel que lo han hecho. No obstante, el hecho de haber encontrado un nicho de seguidores, de conocer sus conductas y de crear espacios y competencias atrayentes para captar su atención y la atención de posibles patrocinadores son factores importantes para alcanzar este éxito. Pero si este deporte ha logrado abrirse espacio y recibir apoyo tanto de atletas como de patrocinadores en un país abarrotado de otras disciplinas deportivas ¿no será posible que algunas de las disciplinas más tradicionales se abran campo en nuestro medio?
De nuevo, creo y he aprendido a admirar la belleza de cada disciplina deportiva. Cada una tiene sus secretos, sus sacrificios y su belleza. Pero si nuestro deporte, y las entidades que los guían no dan los pasos que esperamos, me parece que es hora de que hagamos un análisis concienzudo y objetivo de todos aquellos factores que podrían estar influyendo en su crecimiento o expansión. Creo que es hora de dejar de culpar a otros por lo bueno o malo que nuestras organizaciones han experimentado. Es hora de ver si las situaciones por las cuales nos quejamos tienen solución. De ser así, es hora de organizarse, establecer objetivos, enrollarse las mangas y ponerse a trabajar….
Créditos fotográficos: http://www.muscleandfitness.com/athletes-celebrities/news/2015-crossfit-games-top-contenders